Termómetro frontal reutilizable que está especialmente diseñado para el uso infantil, ya que mide la temperatura en 15 segundos cambiando de color. Se coloca directamente en la frente, ya que es muy delgado, siendo más fácil y cómodo de utilizar. Se recomienda colocar encima de las cejas y presionar firmemente sobre la frente, sosteniéndolo por los extremos, hasta esperar que los colores se estabilizan. Limpiar con un paño húmedo.
Antes de usar, leer detenidamente las instrucciones del fabricante.
No es aconsejable exponer los termómetros a temperaturas extremas ni a una humedad excesiva, ya que puede afectar a la exactitud de medición. Se recomienda dejarlo a temperatura ambiente durante, al menos, media hora antes de usarlo.
En caso de que el termómetro entre en contacto con alguna parte del cuerpo (oído, boca, axila…), debe limpiarse después de su uso.
Almacenar en un lugar fresco y seco, fuera del alcance de los niños.
