Laborest Colpofix Gel Vaginal Spray 20 aplicadores es un gel vaginal en spray que contribuye a prevenir y tratar las lesiones patógenas del cuello uterino.
Asimismo, contribuye a formar una película protectora sobre la mucosa vaginal, gracias a su fórmula activa con policarbófilo y carboximetil-betaglucano. Además, ayuda a restaurar y mantener la flora vaginal.
Contiene 2 sprays de 20ml y 20 cánulas de un solo uso.
Uso vaginal.
Se recomienda realizar una aplicación (5 pulverizaciones) al día por la noche antes de acostarse.
Agitar bien el frasco antes de usarlo.
Colocar el aplicador en la boquilla dispensadora de la botella.
Antes de usar por primera vez, bombear el botón de pulverización un par de veces hasta que aparezca el producto.
Girar el dosificador, dirigirlo hacia la zona a tratar y pulverizar 5 veces por aplicación.
Componentes activos: policarbófilo y carboximetil-betaglucano.
La sequedad vaginal es un problema benigno, pero molesto, que afecta a muchas personas. Puede aparecer a cualquier edad y originarse por diferentes causas: la disminución de estrógenos durante la menopausia, la etapa del postparto, la toma de ciertos medicamentos o tratamientos médicos, infecciones vaginales recurrentes, niveles muy altos de estrés… Se debe a una disminución del flujo vaginal y suele haber un desequilibrio en la microbiota vaginal. Los síntomas que conlleva son sensación de tirantez, ardor, picores, o dolor, y suelen incrementarse durante las relaciones sexuales o al orinar. Por un lado, es recomendable utilizar limpiadores con un pH compatible con el de la zona vulvar, para contribuir así a su equilibrio. Además, los hidratantes vulvares (externos) y vaginales (internos,) o vulvo-vaginales si sirven para ambas localizaciones, contribuyen a mantener la mucosa hidratada y confortable. Asimismo, el uso de lubricantes de base acuosa también puede facilitar las relaciones sexuales. Todos ellos son productos complementarios, cada uno tiene una función concreta. Siempre es aconsejable acompañar su uso con unos hábitos de higiene adecuados, una alimentación variada y que incluya grasas de calidad (aceite de oliva, frutos secos...), así como seguir las indicaciones de tu ginecólogo/a en cada situación concreta. Si los síntomas no mejoran, consulta con tu ginecólogo/a.
