Aqua, Glicerina, Propanediol, Triglicérido Caprílico/Caprico, Éter Dicaprilil, Xilitilglucósido, Poliacrilato de Sodio, Alcohol Araquidílico, Manteca de Karité (Butyrospermum Parkii), Miristato de Miristilo, Aceite Oxidado de Maíz, Anhidroxilitol, Alcohol Behenílico, Xilitol, Aceite de Aguacate (Persea Gratissima), Glucósido Araquidílico, Polvo de Casco de Arroz (Oryza Sativa), Perfume, Clorfenesina, Edta Disódico, Fitoesteroles, Maltitol, O-Cy-Men--Ol, Glucosa, Aceite de Oliva (Olea Europaea), Dehidroacetato de Sodio, Hialuronato de Sodio, Tocoferol, Digluconato de Clorhexidina, Ácido Glicirrhetínico, Extracto de Granada (Punica Granatum), Aceite de Semilla de Girasol (Helianthus Annuus), Oleato de Sorbitano, Palmitato de Ascorbilo, Acetato de Tocoferilo.
La glicerina, conocida también como glicerol, es un líquido viscoso, inoloro e incoloro que surge como producto intermedio de la fermentación alcohólica y forma parte de los triglicéridos. Es muy valorada por sus propiedades humectantes y emolientes, siendo, por ello, muy utilizada para la elaboración de cosméticos.
Uno de los productos más conocidos que tiene la glicerina como componente base es el jabón. Estos jabones tienen un bajo pH y funcionan como agentes emolientes sobre la piel, ayudándola a mantener y recuperar su nivel de hidratación natural. Es por ello que son perfectos para la higiene de pieles sensibles o secas.
La glicerina también está presente en cremas hidratantes de efecto antiage, gracias a su capacidad de suavizar la piel y aumentar su elasticidad. Posee una gran acción calmante, por lo que es efectiva para reducir irritaciones, marcas de acné o pequeñas quemaduras, ayudando a acelerar la cicatrización. También está presente en lociones para afeitar, ya que reduce la fricción, así como en cosméticos de cuidado capilar como sérums y mascarillas.
